lunes, octubre 29, 2018

Tetuán en la documentación gráfica.

Tetuán y la fotografía testimonial.
por:Ahmed Mgara



El legado patrimonial de una ciudad es el principal tesoro que esta puede poseer, tanto por lo que supone dentro de la memoria del país como por los alicientes que pueda ofrecer para sus visitantes. Las edificaciones van derrumbándose para ser sustituidos por otras más sólidas, más higiénicas. . . y más acordes, en definitiva, con los momentos más recientes y, en consecuencia, desaparecen de la realidad conservándose sola y exclusivamente en textos literarios o periodísticos, fotografías o tomas cinematográficas o de videos. Estos elementos mantienen viva la memoria de esos edificios corroídos por los años y por sus intemperies siempre que exista en esos pueblos o ciudades gente consciente del valor de cada edificio para la vida social de su tierra.
En Tetuán existió esa tradición de fotografiar los edificios de la ciudad desde diferentes perspectivas tanto interiores como exteriores, pero llegó un tiempo en que se dejó de ejercitar esa sana tradición por cuestiones, probablemente socio-económicas, y se fue perdiendo el hábito con las desgracias consecuentes.
La implantación del protectorado supuso la llegada de gran número de fotógrafos españoles a Tetuán, así como a otras ciudades del norte como Tánger, Larache, Alcazarkebir. . . , en busca de mejoras en sus recursos profesionales. No hay que dejar de lado que la llegada de los nuevos colonos y del ejército a ciudades marroquíes suponía un evento exótico para muchos de esos ciudadanos, soldados y familiares. Marruecos era una novedad que habría que reflejar no solamente a través de cartas sino también por medio de ilustraciones gráficas tomadas en las calles blancas que serían sustituidas paulatinamente por los edificios nuevos de estilo europeo como fondos de esas fotos de recuerdo.
Una fotografía de 1912, por ejemplo, no poseía más trascendencia en aquel entonces más que el afectivo. Dicho de otra manera, una fotografía de un soldado llegado a Tetuán en 1912 en una plazoleta o en una calle de la ciudad y con gente autóctona de la tierra pasando como fondo, poseyó para la familia del soldado instalada, por ejemplo en Badajoz, ese aliciente exótico y anecdótico antes referido. Pero esa misma fotografía, en el 2003, tendría un valor histórico ineludible aún sin conocer siquiera el nombre de ese soldado o personaje ni su procedencia, ya que una fotografía de noventa años suele estar cargada de emociones y de historia en su contenido visual referido a la arquitectura, la vestimenta de los personajes. Lógicamente, tampoco habrá que olvidar lo puramente artístico como fotografía y lo profesional en lo que se refiere al tipo de papel empleado, los cromados y las técnicas usadas así como las cartulinas en que iban pegadas esas fotos y los escudos en ellas impresos, los tamaños, los filos. . . todo ello estandarizado según la época aunque con emancipaciones que darían lugar a nuevas “normas” dentro de la fotografía.
Existió también una fotografía recreativa en los jardines y plazas; fotografía de los militares fuera de su profesión, que englobaba a los militares destinados en Marruecos con niños o ladeando a los pueblerinos para destacar sus vestimentas, raras en España; fotografía bélica, tomada en los cuarteles y con equipamientos militares; fotografía de estudio, con retratos de ciudadanos para el recuerdo; fotografía de gremios y de colectivos, que agrupaba a los miembros de la misma profesión después de una reunión o a los niños de cada curso de todas las escuelas; la fotografía oficial, que poseyó un interés histórico en ciertas épocas aunque no se esté valorando actualmente lo suficiente.

Notorio es que detrás de esos reportajes gráficos existieron unos profesionales de calidad con otros que lo fueron menos por circunstancias de la vida. Yo sacaría a relucir nombres como Zubillaga, los hermanos Cuadrado, García Cortés, Florido, Grecia, Morales, Ros, Alberto entre muchos que han llevado la vida social, política y económica de la ciudad a papeles de valor conservándola en placas y en clichés negativos para la posteridad.

viernes, octubre 19, 2018

Homenaje al Hispanismo Internacional en Madrid

Palabras de S. M. el Rey en el Homenaje al Hispanismo Internacional
Palacio Real de El Pardo. Madrid, 26.09.2018



Muy buenas tardes y permítanme darles a todos la bienvenida más cordial a este Palacio de El Pardo; y también a España en el caso de todos los que han viajado –algunos desde muy lejos− para compartir este acto tan singular, esta celebración que considero del máximo interés, plenamente justificada y llena de gratitud en su motivación, e incluso particularmente emotiva. Nos encontramos hoy aquí para rendir un sincero, profundo y sentido homenaje a un colectivo muy especial, a un gran grupo humano formado por miles de doctores y licenciados universitarios de todo el mundo que, sin ser –en su mayoría− hispanohablantes de nacimiento, dedican su vida profesional con verdadera pasión a promover nuestra lengua y nuestra cultura.
Estos “hispanistas no hispanos”, enamorados de nuestra cultura y volcados −personal y profesionalmente− en ella, difunden desde universidades e instituciones su conocimiento y entusiasmo por nuestro patrimonio cultural e histórico. Y lo hacen en beneficio de todos: en beneficio de las sociedades hispánicas que son así mejor conocidas en otros contextos internacionales; y de las sociedades no hispanas que se enriquecen con la aportación de nuestra cultura al mundo. La labor investigadora y docente de los hispanistas potencia, sin duda, el alcance universal de nuestra cultura al tiempo que contribuye a reforzar el prestigio de los países hispanohablantes.
Por ello, quienes integran esta colectividad de estudiosos y especialistas son muy conscientes de que su condición de hispanistas les hace ser parte de un gran ámbito internacional que trasciende sus propias instituciones y asociaciones académicas o profesionales. Y de que son verdaderamente un generador de valor para el mundo hispánico, por lo que merecen todo nuestro aprecio y apoyo.
Al mismo tiempo, es fundamental que los pueblos hispanos ─los más de quinientos millones de personas que hablamos español como lengua materna─ valoremos como corresponde la tarea de estos auténticos embajadores culturales y el capital que nos aportan, porque, además, nos enriquecen con el tamiz y la sensibilidad de sus respectivas culturas y orígenes. Igualmente, es fundamental subrayar la importancia de la mayor colaboración entre la comunidad científica y académica de los países hispanos con los hispanistas internacionales, porque de ella solo podemos esperar un incremento del conocimiento y un enriquecimiento de las visiones y perspectivas que se aproximan a nuestro amplio ámbito de civilización.
Otra de las grandes virtudes del hispanismo internacional es su efecto multiplicador, porque la condición de docentes, en la mayoría de los casos, de sus representantes hace que su pasión se transmita, año tras año, a sucesivas audiencias y generaciones de estudiantes. Es además muy relevante el impacto de las aportaciones científicas de los hispanistas, así como la cifra de estudiantes que, cada curso en todo el mundo, reciben de sus profesores la semilla de la atracción hacia nuestras culturas. Por eso, este es un homenaje que concierne a todas las naciones hispánicas, muchas de ellas representadas hoy aquí por sus embajadores.
Señoras y señores,
Los Duques de Soria, que hoy nos acompañan, han contribuido de una manera encomiable durante los últimos treinta años a promover el hispanismo internacional y su mayor conocimiento por nuestras sociedades.
Acabamos de escuchar a la Infanta Margarita explicar por qué se siente tan próxima a los hispanistas, y por qué es tan profunda su admiración hacia ellos. De hecho, la Reina y yo pudimos apreciar el afecto y el respeto de los Duques de Soria hacia el hispanismo internacional cuando, hace casi diez años, tuvimos la oportunidad de acompañarles con ocasión del vigésimo aniversario de su Fundación. Entonces, pudimos conocer en Soria el Centro de Apoyo al Hispanismo y el Archivo de la Asociación Internacional de Hispanistas que alberga el Convento de la Merced, sede de la Fundación. Se trata de unas infraestructuras y de un legado de conocimiento que aúnan —de manera equilibrada y austera— funcionalidad, solemnidad, cultura e historia.
En su meritoria labor, la Fundación Duques de Soria ha trabajado con constancia, logrando que Soria ─que aparece a menudo en nuestro imaginario como una quintaesencia de Castilla─ pueda hoy también definirse como un referente de lo hispánico en general. De hecho, la Asociación Internacional de Hispanistas, reunida en Buenos Aires en 2013, decidió fijar su sede mundial en el Convento de la Merced, convirtiendo a esta ciudad, simbólicamente, en una “capital hispanista”. Esta es una circunstancia que, sin duda, dará lugar a nuevas iniciativas que, desde esa tierra tan querida, redundarán en la promoción de nuestras culturas.
Hemos escuchado a algunos académicos de distintos países contarnos por qué son hispanistas, y, realmente, nos hemos conmovido con sus palabras. Hemos oído también a representantes de diversas Academias de la Lengua Española reconocer y agradecer esa labor. Asimismo, ilustres académicos nos han hablado de las sesiones de trabajo en las que han participado numerosos especialistas de todo el mundo, que hoy nos acompañan y que esta mañana han concluido sus trabajos en la Real Academia Española.
Podemos decir que conocemos muy bien el gran valor de la aportación de los hispanistas internacionales. Por ello, nos corresponde expresarles nuestra admiración y nuestra gratitud. En nombre de todos, para mí es un honor hacerlo hoy aquí en España, en Madrid; pero como muchos han podido comprobar desde hace muchos años, la Corona en su labor institucional y de representación internacional procura hacerlo también siempre que viaja a algún país en el que ustedes viven y desarrollan su trabajo y vocación dedicados a nuestra lengua, historia y cultura.
Muchas gracias a todos por su presencia, participación y apoyo para celebrar este encuentro y este acto de singular y emotivo homenaje, de corazón, a los Hispanistas, al Hispanismo Internacional.
Y muchas gracias a la Infanta Margarita y a Don Carlos Zurita por su permanente compromiso con el hispanismo.


Artículo del semanario tangerino La Chronique, número 847.