Said El Amarti, periodista tetuaní y gran protagonista en lides asociativas a nivel mediático, represntará a nuestro país, junto con otros peiodistas jóvenes, en el próximo coloquio internacional Nibras que se celebrará en Agadir.
Suerte y enhorabuena a nuestro compañero.

http://www.nibraschabab.com/moltaqa/?p=757

HISTORIA NAVAL
Caso de “La Real Biblioteca Mulay Zidan” sultán de Marruecos, contra “La Real Biblioteca de El Escorial” durante el reinado de Felipe III – siglo XVII.

Por Habiba Hantout Seidel


Permítanme que recordemos antes a ESPAÑA EN SU CASO CONTRA ODYSSEYS para que comprendamos, el significado de este articulo-mensaje.

España recupera un tesoro del siglo XVIII, de incalculable valor histórico.
El Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos falla a favor de España en el caso Odysseys y el Juez de Tampa establece los principios jurídicos del juicio contra Odysseys.
Resumiendo:
Después de cinco años de litigios, España recupera por fin, el rico y esplendido tesoro de la fragata “Nuestra Señora de las Mercedes” , nada menos que 594 mil monedas de oro y plata del siglo XVIII acuñadas en la “Casa de la Moneda de Potosí” valuadas en 500 millones de dólares junto a otros valiosos objetos encontrados a bordo de este barco, hundido cerca del estrecho de Gibraltar, dicho tesoro fue rescatado del fondo del mar por submarinistas de la compañía Odysseys Marine Exploration cuyo tesoro ya se encuentran en Madrid en perfecto estado después de que partieran de Florida en dos aviones del Ejército del Aire Español.
Sin embargo aquí no acaba la historia, ahora son otros los países como Bolivia, Perú y Ecuador quienes reclaman oficialmente a España parte del este tesoro encontrado en el navío que se hundió en 1804 por la armada británica en la Batalla del Cabo de Santa María, es mas, el presidente ecuatoriano Rafael Correa dice:
- Ese oro es de Perú, es de Ecuador, es de nuestra América, también nosotros tenemos que reclamar ese oro. etc..
En realidad, si he querido recordar este “CASO ESPAÑA CONTRA ODYSSEYS”, es porque me recuerda a otro caso acaecido en Marruecos, durante el primer cuarto del siglo XVII, entre los años 1609 a 1627 y precisamente entre España y Marruecos durante el reinado de Felipe III y el sultanato de Mulay Zidan.
Nuestro “caso” podría llamarse:

“CASO MULAY ZIDAN CONTRA EL ALMIRANTE LUIS FAJARDO”

Es decir, Marruecos debe a su vez pedir oficialmente a través de un Tribunal de Justicia a España un PRECIADO TESORO que nos pertenece y es nada menos que la mismísima REAL BIBLIOTECA INTEGRA DEL SULTAN DE MARRUECOS MULAY ZIDAN, con su soberbia colección de manuscritos y un gran número de códices árabes que fueron robadas en pleno Océano Atlántico sobre las costas marroquíes cerca de Agadir durante un asalto en 1612, por el almirante español Luis Fajardo General de la Armada del Mar Océano, Caballero de la Militar Orden de Calatrava Comendador de El Moral, que engrosaron el acerbo fundacional de la Real Biblioteca de El Escorial del Monasterio, fundada por Felipe II en el siglo XVI. Dicho tesoro constituye parte importante del patrimonio cultural marroquí, un valioso bien histórico que no les pertenece en absoluto y que se encuentra bien guardado dentro de sus paredes hasta hoy en día del siglo XXI. Desde entonces, nunca se hizo justicia, nunca nadie hasta ahora se ha dirigido a un Tribunal de Justicia como lo ha hecho España defendiendo “su tesoro recuperado y a buen puerto”, en realidad nos ha dado a todos una buena lección, me parece que ya es hora de que nosotros tomemos este buen ejemplo.

Hagamos un poco de memoria en cuanto a nosotros los marroquíes:

MULAY ZIDAN, soberano Saadi, reinó entre 1603-1623. Letrado, poeta y bibliófilo como su augusto padre el llamado Al-Manssur Al-Dahbi (1578-1603) El Victorioso de la famosa “Batalla del Ued El-Majazin” quien dio a la cultura las letras y las artes. Mulay Zidan Intento reconquistar Marruecos, con el fin de reunificar el reinado. En 1612, el Sultán ratifica un tratado de alianza entre Marruecos y los Países Bajos para la construcción de una fortaleza en la Mamora y resistir las usurpaciones del rey de España Felipe III.
Poseía una de las más importantes bibliotecas heredada de su padre, que comprendía entre 4000 y 7000 fabulosos volúmenes manuscritos sobre política, gramática, filosofía, medicina, historia y religión. Las obras de su biblioteca estaban recubiertas de unas maravillosas encuadernaciones, algunas hasta adornadas con piedras preciosas como solía hacerse en aquellos tiempos, otras enlaminadas y caligrafiadas con un arte extremo. Esta Real Biblioteca en ella se guardaban las obras, los manuscritos mas preciados y raros en varios idiomas, se empleaban a los más hábiles calígrafos que poseían el don del refinamiento, a los mejores copistas y a los mejores maestros para la encuadernación.
En 1612, en un viaje de Safí hacia Agadir, el soberano Mulay Zidan, toma el barco francés « Notre-Dame de la Garde » y confía su valiosísima biblioteca junto con otros de sus bienes a Jean Philippe CASTELANE Cónsul y Capitán francés de dicha fragata quien acepta embarcar y guardar toda la biblioteca del soberano marroquí hasta el final de las revueltas, desgraciadamente toda la galera francesa fue interceptada y capturada el 5 de julio de 1612, por cuatro buques españoles de la escuadra del almirante Luis Fajardo y la Real Biblioteca paso al poder de España. .
Mulay Zidan trato con el mayor interés de recuperarlos, sin que Felipe III accediera a ello, lo que contrarió al Sultán. Después del asalto, la fragata que transportaba la Real Biblioteca fue conducida a Cádiz donde el tribunal de la marina española declaraba que “es una buena presa”, mas tarde, toda La Real Biblioteca Mulay Zidan, fue llevada a La Real Biblioteca de El Escorial.
Cuando el soberano Zidan se instaló nuevamente y restauró Marrakech, acuso al rey francés responsable de esta gran pérdida al descuidar el robo de tan importante tesoro. La regenta María de Médicis y sus ministros se dirigieron al rey de España para pedirle la restitución de esta biblioteca marroquí un preciado patrimonio. robado durante el asalto por el Almirante Luis Fajardo y que pertenecen al soberano Mulay Zidan, La respuesta por parte española, fue que este botín era “contrabando y contrabando de buena presa es contrabando”
Esa Biblioteca es de Marruecos, Esa biblioteca nos pertenece, es parte importante de nuestro patrimonio cultural, también nosotros, tenemos ese derecho de reclamar la Real Biblioteca Mulay Zidan, robada en un asalto en pleno Océano Atlántico en las mismas costas marroquíes. ¿Por qué no entamamos un proceso judicial contra España del mismo modo que ella lo ha hecho con ODYSSEYS ?.
España tiene el deber de reconocer todos los derechos sobre este robo en los mares del mundo como integrante del patrimonio cultural de la Nación.
Ojala que algún día yo pueda, a mi vez, leer y oír la noticia de que un juez establece los principios de un juicio jurídico contra el asalto o el robo del español Almirante Luis Fajardo durante el reinado de Felipe III y declare que España debe devolver a Marruecos toda La Real Biblioteca Mulay Zidan, que se encuentra en La Real Biblioteca de El Escorial desde el siglo XVII hasta hoy en día, decisión que constituiría un paso extraordinario a favor de nuestro país y de su derecho y obligación de proteger el Patrimonio frente a todo tipo de perturbación ilícita y explotación cultural como así establece la Ley de Protección de Patrimonio Histórico y la Convención de la UNESCO precisamente sobre la Protección de Patrimonio Cultural robado en alta mar.
La colaboración de la ciudadanía marroquí vinculada a la literatura, como nuestros escritores que los hay estupendos, los editores, los libreros, los impresores, los intelectuales en general, es imprescindible que actúen para atajar este problema, no dejemos de lucha para recuperar lo que es nuestro y de suma importancia como es esta Real Biblioteca Mulay Zidan, que nuestros hijos, que nuestros jóvenes intelectuales puedan conocerla consultarla con admiración, con interés merecido y con un gran orgullo.
Podemos hacer cualquier cosa con la historia, menos escapar de ella, dijo Abraham Lincoln.