viernes, abril 12, 2013


EN LA DESPEDIDA DE MOHAMED DAHROUCH (Tetuán, 1929-2013)

Escribir de alguien que  ya no está, produce tristeza y también la satisfacción de haber disfrutado de un tiempo de amistad que hemos compartido: Es ley de vida que dejemos este mundo, más ahora nos queda el gran consuelo de haber coincidido con seres llenos de humanidad, que merecen el homenaje de nuestro recuerdo. ¡Que su pérdida nunca sea definitiva!
Al recibir la noticia del fallecimiento de MOHAMED DAHROUCH se remueven los recuerdos y revivimos los tiempos en los que establecimos una estrecha amistad: eran los años ochenta del pasado siglo, trabajábamos entonces en aquel Instituto Hispano-Árabe de Cultura , del Paseo de Juan XXIII, en el edificio de la Escuela Diplomática de Madrid.
Desde el Seminario de Literatura intentábamos reunir datos, ponernos en contacto con los autores árabe en general y con los hispanistas en especial.
El primer contacto con Mohamed Dahrouch que recuerdo ahora, fue por correo, como era natural entonces, cuando no existía internet ni el correo  electrónico, nada sabíamos de las hoy imperantes redes sociales. Su primera carta, decía, lleva  fecha de 24 de abril de 1980, su dirección era la del Grupo Escolar “Sidi Ali Baraka”, del que era director, en la Avenida Abdelkrim Jattabi, nº 4, en el Barrio Málaga de Tetuán.[1]
Nos había puesto en contacto otro escritor, colega de Dahrouch que era RIDWAN AHDADU o Hedadu, como escribía el propio Dahrouch. Ahora se presentaba él mismo “sin ninguna reserva, cuente usted con un fiel servidor y amigo que humildemente ofrece su “grano de arena” para la caserna que cubre nuestra cultura Hispano Árabe”, según decía en su excelente español, que conocía muy bien, no en vano había cursado , tras la carrera universitaria de magisterio (1950)  estudios de lengua española en Madrid.
La carta siguiente no se hizo esperar: está fechada en Tetuán, el 14 de mayo de 1980. Me contaba entonces de su labor como traductor de la literatura española y pasaba a citar las obras que había vertido a la lengua árabe:
 -“La malquerida”, adaptación libre al ambiente rural marroquí  de la conocida obra de don Jacinto Benavente, con el título de Al-Dar al-kabira, en árabe coloquial. Había obtenido el 2º premio bis del X Festival Nacional de Teatro en Rabat, en 1969.
-“El tintero” (Al-mihbara), de Carlos Muñiz, que aún no se había estrenado.
- “El pan de todos“, de Alfonso sastre (Al-jubz al-yami´) , estrenada y premiada en el XXI festival del Teatro Nacional marroquí “amateur”, aquel mismo año (1980) en Tetuán.
Se refería asimismo a sus colaboraciones con el padre franciscano Emilio Soto, en sus obras “Canto divino” y “Rapsodia”, sobre la música arábigo-andaluza.
Tenía entonces el proyecto de traducir la obra del gran Buero Vallejo “Historia de una escalera” (ya traducida en Egipto, según creo). Citaba además los títulos de dos obras escritas en español en 1953: “Petra”, un drama sobre la vida de una chica de pueblo y la peripecias que sufre al trasladarse a Madrid en los años cuarenta. La segunda, “Funeral sin viuda, que es, decía, un homenaje a la “madre española”. Parece que no se había estrenado por entonces.
Vivíamos nosotros entonces, los miembros del Instituto Hispano-Árabe de Cultura, llenos del entusiasmo promovido por aquel I Coloquio del Hispanismo árabe. Se había celebrado en la sede del mismo, entre los días 24 a 27 de febrero de 1976. Las Actas se publicaron a finales del año siguiente, preparadas por Carmen Ruiz Bravo, a la sazón jefe de Investigación del citado instituto.
Se presentaba en dichas Actas un “Proyecto de traducción al árabe de varias obras de la literatura española”: figuraban en el mismo autores de diferentes épocas y diversos géneros: de Lope de Vega a Miguel de Unamuno, de Góngora a Ortega y Gasset. Se añadía además una relación de nombre de literatos posteriores a la Generación del 27 (Aleixandre, Cela, Lauro Olmo, etc.)
Así mi correspondencia con Mohamed Dahrouch se fue centrando en temas relacionados con la traducción. Por otra  parte Dahrouch se refería con entusiasmo a sus proyectos más inminentes como la organización de “la semana del Teatro español en árabe”, que pensaba llevar  cabo; la propuesta además que le habían dirigido para organizar una agrupación dedicada al “Teatro Españolen Marruecos”.
Tiempo después, no mucho relativamente, el 10 de diciembre de 1981, contestaba a otra carta mía y expresaba esta triste y sincera reflexión: “Estoy completamente, mental y espiritualmente  apartado de todo lo que se refiere a escribir, traducir, – fíjese – voy perdiendo ese “Español” (con mayúscula) y apenas puedo componer una frase en aquella lengua que dominaba…”
Estas líneas, decía, traslucían una gran emoción y quizá no podía entrar a explicarme las causas de tal melancólica, de su decadencia personal. Lamento ahora no haberle animado a superar su decaimiento, la distancia, quizá,  me impedía insistir en sus palabras para decirle que no podía hacer dejadez de su amor por la lengua en la que nos comunicábamos, gracias a su dominio de la misma.
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La vorágine a la que nos arrastra el correr de los  tiempos, los cambios administrativos con su lenta y contundente irrupción, nos llevan al año 1988: por entonces nos estábamos trasladando al edificio de la Agencia Española de Cooperación Internacional, en la Avenida de los Reyes Católicos, no muy lejos de nuestra antigua sede, al comienzo de la Ciudad Universitaria madrileña. Habíamos sido integrados en aquel organismo, ya  como “Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe”. Intentamos adaptarnos a los nuevos tiempos y así se organizaron las Jornadas de Hispanismo Árabe , dentro de los actos del Quinto Centenario del Descubrimiento de América  (1492-1992) y en el programa titulado “AL-ANDALUS´92”.  Dichas jornadas se centraron en la temática de “La traducción y la crítica literaria”.  Las Actas de las Jornadas de Hispanismo Árabe (24 al 27 de mayo de 1988) de cuya edición me encargué directamente, se publicaron en 1990[2]
Nuestro querido amigo Mohamed Dahrouch pudo participar en las mismas felizmente: su comunicación se publicó entre los textos presentados en lengua árabe y llevaba por título: “Autores españoles traducidos al árabe: teatro español en árabe” (Al-masrah al-isbani bi-l-luga al-´arabiyya/ Kuttab isbaniyyun turyimat a`maluhum al-masrahiyya ilà-l-´arabiyya). , en la que desarrollaba sus excelentes conocimientos y  experiencia de la temática elegida. En la misma  daba noticias precisas y la relación bibliográfica de los dramaturgos españoles junto a los nombre de sus traductores al árabe y la fecha y lugar de edición.
El texto de Dahrouch quedaba incluido en la sesión de trabajo que se agrupó en torno a “La traducción del español al árabe”. En la misma figuraron asimismo  las comunicaciones de grandes figuras del hispanismo árabe: Mahmud Ali Makki, Ignacio Saade, Antoine Kháter, Assad Cherif Omar, Nadia Záfer Chaabán,etc. Y de parte española: Joaquín Benito de Lucas y Juan Manuel Casado Ramos.
Recuerdo asimismo otro texto que el propio Dahrouch envió en su carta al director con fecha 14 de febrero de 1988. Estaba escrito a mano,  en español y llevaba por título: “Problemática de la difusión de la cultura española en el mundo árabe: Marruecos como ejemplo”. Consta de cinco páginas y merecería que fuese recuperado ahora, en otro artículo, ya que no llegó a integrarse en las  citadas Actas de dichas Jornadas.
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Tras un tiempo de silencio – nuestra cordial amistad seguía latente – llegó una gran noticia: la señora Charifa Dahrouch, hija de nuestro buen amigo, iba a leer su tesis doctoral en la Facultad de Filología de la universidad complutense. Su directora no era otra que mi querida amiga y antigua compañera de estudios la doctora María Jesús Viguera Molins, catedrática del departamento de Estudios Árabes e Islámicos de dicha Facultad.
Se trata de un recuerdo muy especial: el 16 de junio del año 2008 se celebró la lectura de la  anunciada tesis de Charifa: el tema de la misma ya dice mucho de la calidad de su trabajo: “La obra dramática de Mohamed Dahrouch”, desarrollada en dos volúmenes con un profundo estudio de la personalidad y de las obras de su querido padre. El tribunal calificador estuvo integrado por los siguientes miembros: Manuel Fernández Nieto, presidente. Vocales: Monserrat Abumalham Mas, Mª Dolores López Enamorado y el abajo firmante (yo mismo). Secretario: Milagros Nuin Monreal. La tesis fue calificada de “Sobresaliente”cum laude” por unanimidad para satisfacción de la autora y de todos los presentes.
Como era de esperar, la propia Charifa tenía que dar a conocer su trabajo universitario. Así fue, en parte que sepamos, y podemos decir que ha publicado un interesante artículo titulado: “La vida de un dramaturgo tetuaní: Mohamed Dahrouch”. Se puede encontrar en la revista Anaquel de Estudios Árabes, de la citada universidad  complutense, 2009, vol.20, págs.. 45-56.
Solo nos queda añadir para finalizar este breve homenaje la posibilidad que disfrutamos a través de la información de internet: la universidad de Granada ha desarrollado una página muy completa titulada www. literaturamarroquí. edu. es . La profesora Mercedes del Amo ha sido la activa promotora de esta importante red social y en la misma podemos encontrar una variada información de los autores, las traducciones y todos  los datos relacionados con esta literatura, en su ya amplia producción. Entre tantos autores y géneros literarios no podía faltar la ficha de nuestro autor Mohamed DAHROUCH[3], con las oportunas noticias bio-bibliográficas muy completas y a la misma remitimos a quien debe ampliar las referencias más apropiadas.
Que estas breves líneas hayan servido para expresar mi emoción y mi pesar por el fallecimiento de un gran hombre: Mohamed DAHROUCH, representante de un mundo literario y de una generación de hispanistas marroquíes que merece nuestro reconocimiento. ¡No les podemos olvidar! Nos queda la esperanza de un nuevo encuentro, en otro espacio, sin cortapisas ni obstáculos! Y que su ejemplo permanezca para las generaciones más jóvenes. ¡Descansa en paz querido amigo Mohamed DAHROUCH!
                                                                       Fernando de Ágreda
                                                                       Madrid, 10 de Marzo de 2013


[1]  Es el barrio tetuaní donde se instalaron tantos habitantes españoles , cerca del Hospital Militar. Y al que ha dedicado su novela nuestro amigo Mohamed ANAKAR, otro gran hispanista y profesor universitario de Tetuán
[2] El Servicio de Publicaciones del ICMA, siglas del Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, estaba dirigido por nuestra antigua compañera Mª Gracia Sánchez de Toca. El director general era  el diplomático Mariano Alonso-Burón que inició los discursos de la inauguración, junto al secrtario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Luis Yáñez-Barnuevo, además del director general del Libro , Juan Manuel Velasco Rami. La lección magistral fue pronunciada por don Valentín García Yebra, eminente académico y catedrático del Instituto Politécnico de Tánger.
[3][3]  Hemos colaborado en esta página de internet con la información que conservábamos del antiguo Seminario de Literatura del IHAC y especialmente las fotografías de los autores que nos fueron remitidas junto a las encuestas que conservábamos.

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