lunes, julio 29, 2013




Profesorado de universidades andaluzas participan en Rabat en un Taller de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo. Esta Fundación constituye, desde su creación en 1999, un espacio de encuentro y cooperación entre los pueblos y culturas del Mediterráneo, con una representación plurinacional muy equilibrada entre sus miembros.

Durante los días 19 y 20 de Junio se ha celebrado en la Biblioteca Nacional de Rabat el VI Taller Transfronterizo “Fortalecimiento del papel de las mujeres migrantes marroquíes”. El Taller, de carácter internacional, ha contado con investigadores, profesorado de universidades andaluzas (Cádiz, Córdoba y Huelva), francesas (París 8) y marroquíes (Abdelmalek Essaadi y Rabat), mediadores interculturales, abogados, miembros de asociaciones de mujeres, ex-parlamentarias, cineastas, etc. siendo un punto de encuentro que les ha permitido actualizar sus conocimientos en aspectos que no son de su especialidad y que complementan su visión de conjunto.

La inauguración corrió a cargo de Dª Elvira Saint-Gerons, Directora-Gerente de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, D. Abdelfettah Sahibi, Secretario General del Ministerio Encargado de los Marroquíes en el Extranjero y Dª Gema González Ferrera, Catedrática EU, profesora de Sociología en la Universidad de Cádiz y coordinadora académica del Taller.

La conferencia inaugural fue pronunciada por Latifa Jbabdi, socióloga, ex-parlamentaria y feminista que recalcó el hecho de que en un contexto en el que, a raíz de las revueltas árabes, se han producido movimientos regresivos en las situaciones de las mujeres, en la última Constitución marroquí, realizada en 2011, se ha consagrado la igualdad jurídica de mujeres y varones. En el debate posterior a su ponencia, se hizo notar por parte del público cómo esta igualdad no ha cambiado la situación real de las mujeres. Admitiéndose en la mesa que esto es así, sin embargo, se recuerda que la igualdad jurídica es un primer paso imprescindible, sin el cual no se puede avanzar hacia la igualdad real.

Por parte de las siguientes ponencias se hizo notar:
  La feminización de la pobreza en el mundo, bien por la crisis (más del 70% de quienes van a pedir ayudas a los servicios sociales son mujeres), o por divorcio (falta de pago de las  pensiones), 
La invisibilidad política y pública de las mujeres (de 31 carteras ministeriales, sólo una es ocupada por una mujer (cuando anteriormente hubo 7), y con un marcado papel “femenino” en su sentido más tradicional (Desarrollo Social, Familia y Solidaridad)
La triple o cuádruple discriminación de las mujeres migrantes marroquíes: mujer, migrante, pobre, musulmana…
El aumento del maltrato (el 80 % de ocupación en las casas de acogida son  mujeres marroquís con niños,  reagrupadas en los últimos años).
Las diferencias en las actitudes entre varones y mujeres migrantes, ya que, según el profesor Mohammed Dahiri, de la UCA, los hombres son más proclives al consumo ostentoso (posesión de coches y objetos de marca que exterioricen el éxito de su proyecto migratorio) mientras las mujeres se orientan hacia aspectos más prácticos: ayuda directa a la familia, educación de los hijos…
Sin ser conscientes de ello, las mujeres migrantes están contribuyendo a la transformación de su país de origen. Las remesas, tanto las económicas como las sociales no sólo refuerzan su situación y prestigio ante la comunidad de origen sino también las de las mujeres que las reciben y deben decidir en qué emplean esas importantes ayudas económicas. 
La migración de las mujeres contribuye a la reducción de la pobreza, a la democratización de Marruecos, a la mejora del nivel de educación, a que disminuyan las diferencias por cuestiones de género, a favorecer la tasa de absentismo escolar de las niñas, al favorecer que más niñas se escolaricen, reducen el trabajo infantil y mejoran la salud infantil, especialmente la de las niñas. También influyen en las tasas de fecundidad, que bajan cuando la migración se produce hacia países de baja fertilidad y se elevan cuando el país de llegada es de alta fecundidad.

Sin embargo, a la larga, las migraciones que ahora producen una menor presión sobre un mercado de trabajo porco desarrollado, con el tiempo significará sangría de capital intelectual y humano (fuga de cerebros), delegación de los gobiernos de sus obligaciones para con los ciudadanos, problemas de convivencia, aparición de burguesías y asistidos…

Además de analizarse los cambios sociales producidos en y desde la emigración, en el Taller también se realizaron propuestas de mejora y proposiciones, como:

 Modificar la ley de extranjería para evitar que la situación jurídico-administrativa de las mujeres migrantes dependa de la situación de un miembro de su familia (marido o hijos),
Quitar la condición de convivencia legal de dos años con el reagrupante para mantener la residencia legal (para evitar casos de violencia invisible).
Incluir el conocimiento de la lengua como requisito de renovación  de los dos  reagrupantes/ reagrupados (para evitar algunos casos en los que las cónyuges se quedan en su casa aisladas del mundo exterior).
Dotar de plena ciudadanía en los dos países: de origen y de residencia; activar la aplicación del convenio de reciprocidad y el artículo 19 de la nueva constitución marroquí.
Intercambio de trabajos y experiencias con los tejidos asociativos femeninos de origen.

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