viernes, febrero 02, 2018

Mi aportación a la presentación del libro “El tiempo entre costuras” de María Dueñas, traducido al árabe por 

Dra. Charifa Dahrouch y Abdellatif Bazi en Dar Sanaa,  Tetuán, 01.02.2018


En agosto del último verano, en Rabat, la Dra. Charifa Dahrouch me sugirió la idea de participar en la mesa de lectura de la traducción de ésta obra, a lo que accedí gustosamente. Pero, para evitar coincidencias o repeticiones de ideas y conceptos con los demás componentes, pensé en hablar de la obra en su fase de gestación, o sea, de cuando María Dueñas estaba recogiendo material y referencias históricas para incluirlas en su novela.

Para mi humilde persona, hablar de la novela “El tiempo entre costuras” de la puertollanera María Dueñas, hija de madre tetuaní, Ana María Vinuesa, fallecida en 2013 y que vivió en la calle Youssef Ben Tachfine, en el edificio que aún pervive encima del Café Turismo, esquina Mohamed V, hablar de la obra, decía, sería una injerencia en la labor de los críticos que han compartido diferentes concepciones y determinaciones hacia el global de la novela o a sus diferentes apartados. Una novela con matices de historia y aditivos de hechos creados por la autora para complementar unas ideas preconcebidas.
 Hablar de la obra sería escarbar en el tiempo y en el humanismo del norte de Marruecos, una tierra que, desde 1860 hasta la independencia, conoció casi un siglo de altibajos en su historiografía, siempre entre el militarismo y el armisticio entre España y Marruecos, políticas  que se basaron en divagaciones ideológicas que, a la postre, no hicieron favores a ninguna de las dos partes contendientes.

Y es, ese humanismo, la vida cotidiana de marroquíes y de españoles, lo que creó vivencias basadas en coexistencias, con sus consecuentes convivencias, entre personas de diferentes etnias y nacionalidades, además de los colonos y de los entonces mal  llamados indígenas.
Un día, estando en una clínica de Casablanca, recibí una carta electrónica de María Dueñas a la que no conocía, y en la que me decía:

Mi nombre es María Dueñas Vinuesa y soy profesora de la Universidad de Murcia (España). Mi madre, Ana Vinuesa, nació en Tetuán en 1940 y residió allí hasta que su familia se trasladó a España en 1958 tras la independencia de Marruecos. Siempre, desde entonces, ha vivido con la nostalgia de Tetuán, y nos ha trasmitido a todos sus hijos un gran afecto por vuestro país. 
Actualmente estoy trabajando en una novela que está parcialmente localizada en Tetuán en los años de la guerra civil, aunque no es en realidad el asunto de la guerra lo que me interesa, sino la figura de quien en aquellos años era alto comisario, el coronel Juan Luis Beigbeder. Ando buscando información sobre este personaje por todas partes, y se me ha ocurrido que tal vez usted pudiera ayudarme. Beigbeder fue un gran arabista y un apasionado de la cultura islámica; hablaba árabe culto y dialectal y asumió como propias muchas actitudes y costumbres de vuestra tierra que llevó consigo a Madrid cuando fue nombrado ministro de asuntos exteriores por Franco. Duró muy poco en aquel cargo: lo echaron apenas un año después de nombrarlo. Desde entonces vivió siempre con el recuerdo de Marruecos presente. Fue también --y esto es mucho más lamentable-- el principal promotor de la captación de marroquíes para las tropas nacionales durante la guerra civil.
Estoy interesada en localizar información de su persona y de aquellos tiempos: fotografías, testimonios... Si pudiera ayudarme facilitándome algún dato, quedaría enormemente agradecida.
Saludos cordiales y gracias anticipadas,
María Dueñas

Ayudé, dentro de mis limitaciones con la documentación disponible en los Fondos y Archivos de Mohamed Mgara durante una etapa en la que mi salud fue mejorando.
Muchas preguntas e interrogantes a las que no siempre encontraba la respuesta idónea pero que, sin duda, supusieron datos que serían notorios en la obra definitiva, en gran parte, por ser referencias históricas sobre Juan Luís Beigbeder o el mismo Ramón Serrano Suñer.
Recuerdo que María Dueñas insistía sobre el personaje de Rosalinda Powell Fox de manera notoria. Rosalinda y Beigbeder vivieron un romance de los llamados “singulares”. Beigbeder, militar de alto rango y responsabilidades de Estado y Rosalinda Fox, considerada “espía” de Gran Bretaña en los países que visitó, vivieron un idilio romántico en todos los sentidos. Beigbeder acabó sacrificado de su cargo de Ministro de Asuntos Exteriores por el Caudillo por no renunciar a su amor por Rosalinda, fallecida en 2006 en Guadarranque (Curiosamente, una de las enfermeras que la cuidaban en su casa era una tetuaní española, nuestra amiga Carmen Vega). Ahí en Guadarranque, cerca de San Roque, Rosalinda escribió en inglés una autobiografía “El césped y el asfalto” en la que da por entender que era espía del Reino Unido.

En San Roque, aún en nuestros días, se considera a Rosalinda como una dama respetable y querida. Siempre, me confirmaron en mis dos visitas al lugar, Rosalinda ha gozado del aprecio y afecto de todos los que la conocieron. Era una dama, por todo lo alto, pese a padecer tuberculosis, lo que la privaba de gran parte de la vida social.
El 08 de marzo 2008 recibí uno de los últimos mensajes de María Dueñas y en el que me decía:

Estimado Ahmed,
Espero que su salud se haya ido recuperando. Le escribo para decirle que tengo intención de viajar a Marruecos en breve y es mi intención pasar un día en Tetuán. ¿Habría alguna posibilidad de que nos viéramos para que pudiera hablarme sobre Beigbeder y su tiempo, y mostrarme algún material? He sabido hace unos días que mi novela --en la que él es un personaje fundamental-- va a ser publicada a finales de este año, y por eso tengo cierta urgencia en recopilar los últimos detalles y pulir el texto antes de que la narración pase a la imprenta.
También me gustaría tener la oportunidad de conocer al Sr. Mohammed Ibn Azzuz Hakim, pero no encuentro la manera de ponerme en contacto con él (Ricardo Barceló me dio su teléfono hace tiempo, pero no logro encontrarlo). ¿Podría usted facilitarme una dirección de correo electrónico para poder contactar con él?
Mi idea es viajar de Tánger a Tetuán el día 18 de Marzo (martes). Me gustaría consultar por la mañana algunos documentos (prensa, sobre todo) en la Biblioteca del Instituto Cervantes. Y, después, si fuera posible, reunirme con usted. Le ruego, no obstante, que disculpe mi insistencia y por favor, no dude en rechazar mi petición si su salud o trabajo le impiden dedicarme su tiempo.
Gracias anticipadas por su amabilidad y mis saludos más cordiales,
María Dueñas

Efectivamente, le organicé un Encuentro –Coloquio en la sede de la Asociación Tetuán Asmir, gracias a la autorización del señor Abdeslam Chaachoo y en el que participamos, además de los mencionados, los señores Mohamed Ibn Azzuz Hakim, Aboubakr Bennouna y otros interesados que durante dos horas contestaron preguntas de la, entonces, novel escritora.
Diez años después, nos encontramos con la traducción de esta obra que, entre realidad y ficción, nos sitúa, ésta vez en árabe, en una etapa crucial de la España del Protectorado, la España de la etapa franquista o de las dos Españas, acercándonos al dolor de un militar mujeriego que cayó preso de una amazona cuya belleza y atractivos aún se mencionan y recuerdan. Rosalinda falleció a los 96 años dejando tras de si un hermetismo sobre su vida, un entrecejo que a muchos, nos gustaría deshacer y descubrir.
Gracias a esta obra, al trasladarla Atresmedia al rosario de sus series, Tetuán fue recordada por muchos ciudadanos de varios países hasta el punto de que, muchos de nuestros visitantes, al llegar a nuestra ciudad, preguntan por los lugares y parajes donde se rodó la parte de Tetuán para la serie.
Muchas gracias por la atención.
Ahmed Mgara

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